Para "Los Niños Vallenatos" un cristal de sueños con querubines cantores.
David Alarco Hinostroza - 17 08 07 - 13:11

Hay un dicho muy especial: "En donde haya gente que canta, siéntete seguro, porque los malvados no tienen canciones". Los jóvenes que aprenden música son generalmente muy buenos ciudadanos. Mi hija Maribel toca violín, ella estuvo en Roma con el grupo "Amadeus" que visitó al finado pontífice Juan Pablo II. Cordial abrazo.
Gabriel Ángel Páez - 18 08 07 - 11:29

¡Qué bueno lo de este joven francés! ¡Hasta dónde hemos llegado con nuestra música!
Astrid Baute - 18 08 07 - 11:43

Felicito a Juan Pablo por su interés en aprender nuestro folclor. Gracias a la ardua labor de ese gran maestro "Turco" Gil, esto sirve de ejemplo para muchos de nuestros compatriotas a quienes les gusta perder el tiempo apoyando ritmos que no son nuestros, que no tienen nada que ver con nuestra idiosincrasia y a la vez comparto también la opinión de él y de muchos más: El verdadero valuarte de nuestra música está en esos hombres a quienes Colombia les debe mucho porque fueron ellos los forjadores de este maravilloso ritmo y que entre notas y versos armaron páginas mágicas y se fueron ya, algunos sin méritos ni el reconocimiento que se merecían. La verdad, a mí también lo que me anima y me motiva es el clásico vallenato de Alejo Durán y Juancho Polo Valencia, de "Los Betos" y "Los Zuleta" , de Silvio Brito y Jorge Oñate, porque eso que llaman "nueva ola" solo me gusta verlas en el mar. Felicitaciones y ojalá que el Maestro y Valledupar enseñen a los niños a conocer donde nació el verdadero vallenato.
Héctor León - 18 08 07 - 12:02

Estimada Loli: Muy interesante tu nota. A propósito de este caso me acuerdo del Festival Vallenato de 1983 cuando un francés fue presentado en el marco del concurso de la canción inédita y se fajó con "Déjenme quererla", cantando estrofas en español y otras en francés. Lo entrevisté para "El Heraldo" y me contó que se había enamorado de la música vallenata en una discoteca parisina llamada "El Tango" (El Tangó, como él lo pronunciaba). Después lo vi en televisión integrando un dúo con otro francés. El dúo se llamaba "Los Chipi Chipi". Bien, este es mi recuerdo. Demuestran estos dos casos la universalización de la música. Un abrazo con cariño.
Humberto Mendieta - 18 08 07 - 12:23

Cordial saludo. Les escribo para felicitarlos por constituir ese semillero maravilloso de músicos que representan orgullosamente nuestra idiosincracia.
Mónica Rico Ballestas - 25 08 07 - 09:07