Por: Lolita Acosta
Ayer, aproximadamente a las 4 de la tarde, Los Niños Vallenatos del “Turco” Gil hicieron su debut en Festicarnaval, el evento organizado por la Fundación Carnaval de Barranquilla, evento este declarado en 2003 por la UNESCO, Obra maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
Para llegar al escenario del Estadio Romelio Martínez de Barranquilla, la agrupación que dirige el maestro Andrés Eliécer “El Turco” Gil, debió pasar la curaduría artística, lo cual le permitió compartir la programación con artistas como el tres veces Rey Vallenato Alfredo Gutiérrez, Totó la Momposina y Dolcey Gutiérrez.
De esta manera, además, Los Niños Vallenatos, sus padres, la Academia “Turco” Gil y la Fundación Niños y Acordeoneros del Vallenato se sumaron al movimiento solidario en favor de los damnificados del invierno en el sur del Atlántico.
“El Turco” Gil agradece a COMFACESAR, a la doctora Gabriela Febres-Cordero y Michel Juilland el apoyo para el traslado de la agrupación a la ciudad que celebra, desde el pasado viernes y hasta el miércoles de ceniza (o de la mojadera, para los curramberos), uno de los eventos más populares y reconocidos mundialmente.
También Juan David
A comienzos de la temporada, en Barranquilla la Fundación La Cueva organiza cada año el Carnaval de las Artes, con su sección infantil, Fantástico.
Pues a este certamen estuvo invitado Juan David Atencia, sobre quien publicamos esta pequeña reseña:
Nació el 14 de junio de 1999. Fue criado, hasta sus once años, por su abuelo Edilberto Rodríguez (q.e.p.d.). Su primera infancia transcurrió en el campo, no aquel de la vida bucólica y tranquila, sino éste de los últimos tiempos sembrado de espanto y violencia, razón por la cual la familia tuvo que trasladarse a Valledupar en calidad de desplazada.
Seguidor del canto de Diomedes Díaz y del acordeonero Álvaro López, ingresó a la Academia de Música Vallenata “Turco” Gil a comienzos del año 2008 y en abril de ese mismo año ya estuvo listo para participar en el 41º Festival de la Leyenda Vallenata cosechando la admiración y grandes aplausos del público. Tenía 9 años de edad y desde entonces comenzó su fama. La prensa tituló: “Juan David Atencia: Un niño invidente que toca acordeón como los dioses”.
Su historia la conocen todos en el Cesar y Magdalena. Nació en Santa Marta, de un parto de mellos, ambos invidentes. La madre resolvió quedarse con uno y el padre con Juan David, dándoselo a criar a sus padres, los abuelos del niño. La abuela murió pronto, pero su abuelo le dio todo su amor y cuidados, inculcándole valores y conocimientos que hoy hacen de Juan David, un niño excepcional, cuya falta de visión no lo amilana ni le es impedimento para disfrutar de los juegos infantiles, la televisión, los juegos electrónicos, la compañía de sus amigos y su pasión por la música.
Finalmente un día de diciembre de 2007, la violencia los expulsó de la tierra ajena donde trabajaba su abuelo como peón de una hacienda ganadera. La familia estaba integrada además por la segunda esposa del abuelo y los dos hijos de esta.
Cualquier día de los primeros del 2008, el abuelo tuvo la feliz idea de presentarle el niño al maestro Andrés “El Turco” Gil, de quien habían oído decir que tenía un gran corazón. Lo llevó para que le enseñara a tocar caja. Lo que el abuelo quizás no adivinó es que además de su maestro, estaba presentándole a quien en menos de dos años estaría convirtiéndose en su padre putativo.
Con su “oído clínico” el maestro supo de inmediato que tenía delante no un cajero sino un portentoso talento musical, un músico completo. “No voy a perder mi tiempo enseñándole a tocar caja sino que de inmediato le puse en sus manos un acordeón”, comenta con orgullo “El Turco” Gil.
Y desde entonces Juan David es la máxima alegría de la agrupación Los Niños Vallenatos del “Turco” Gil. Ya se ha recorrido una gran cantidad de ciudades del país y ha participado en giras internacionales por Venezuela, Ecuador, Nicaragua, México, Costa Rica, Cuba y Rusia.
Juan David aprendió en tres meses lo que a otros niños de su edad les toma hasta cuatro años. Hoy, tres años después, Juan David enfrenta al público con desparpajo y gran seguridad. No tiene vista para descubrir el asombro que despierta su presencia mágica sobre la tarima: canta afinado, compone melodías, regala versos, ríe, goza, baila y brinca e interpreta el acordeón de una manera magistral.
Es de resaltar que en agosto de 2010, junto a otros niños de la sábana de Bolívar y de las montañas antioqueñas, representó al país en México, durante la Segunda Jornada Iberoamericana de Niños y Jóvenes Poetas, Trovadores y Verseadores, donde no sólo hizo piqueria vallenata frente a Martín Lozano, sino también trova paisa en duelo con Robinson “Cocoliso” Marín. Se le midió a la payada uruguaya, a la huasteca mexicana, a la trova cubana, al torrente panameño y fue invitado a Fantástico, la programación infantil del Quinto Carnaval Internacional de las Artes que se realizó del 17 al 20 de febrero en el Teatro Municipal Amira de la Rosa, de Barranquilla, organizada por la Fundación La Cueva.
Juan David tiene un gran futuro.